jueves, 18 de agosto de 2011

LORCA. HERIDAS ABIERTAS


¿Sabes Lorca? Hacía mucho tiempo que no te visitaba. Que no me perdía por tus calles y plazas cargadas de historia. Que no escuchaba el canto de los siglos en tus piedras centenarias. Lorca la de las tres culturas. La de los cánticos sinagogales; los rezos claustrales en la quietud de los conventos y las voces del Almuédano en los minaretes de aquellas mezquitas que se levantaron en tu rico suelo. Lorca, vieja dama. Amor perdido en la quietud del Valle del Guadalentin. ¿Qué hiciste  para ser objeto de la furia desatada de la tierra? Incluso tu altiva torre del homenaje en la fortaleza que corona tu paisaje, parece haberse encogido en la entrañas del cerro para no mirar el desastre que en su derredor se contempla.

Hacía tiempo, mas de un mes, que no me perdía por tus rincones. Hoy, nada mas llegar, en el Puente de San Diego, a mi derecha “El Partíor de Riego de la Comunidad de Regantes” lo que se conoce como “la Casa mata” me vuelve a mostrar su ruina. Es la primera imagen que llega a mis ojos de aquel desastre de la tarde de un once de mayo. Y desde esa privilegiada atalaya que me regala la vision sobre el puente, a la izquierda, las ruinas del Convento de las Clarisas. Lo que otrora fuera claustro silencioso donde la oracion y el recogimiento tenian su morada, hoy, es apenas un esqueleto que deja al descubierto celdas y pasillos que jamas vieron la luz del sol. Todo está en ruinas. Y no puedo por menos que añorar esos exquisitos manjares que salían de las manos amorosas de las monjas y que alegraban nuestras mesas y paladares. ¿Dónde quedaron tus cocinas artesanales? Desde alli, a lo lejos, incluso veo un trozo de retablo, a cielo abierto, de lo que fue templo de enorme devoción popular.

Y mas adelante otras  heridas abiertas: el Residencial san Mateo un solar yermo donde vivian mas de cien familias. ¿Dónde fueron a parar las ricas empanadillas con ajo de uno de los bares de tu plaza?.. Los derribos del Barrio de San Fernando. Calles cortadas, contenedores de obras en todos los rincones en lugar de plazas de aparcamientos. Visión desoladora desde el Puente Viejo, el puente del "Barrio".  Desde el Óvalo a la Viña, la calle Jerónimo de Santa Fe, esta cortada. Todo son derribos, camiones de escombros, palas excavadoras y vallas metálicas que impiden el paso. Polvo, ruido, albañiles, camiones que entran y salen. Horrorosas máquinas devorando fachadas con un ruido ensordecedor.

Sigo adelante, amada Lorca, y me muestras el Casino reforzado; el Palacio de Guevara (orgullo del Barroco español) herido y lleno de hierros y puntales. San Francisco y San Mateo con andamiajes que trepan hasta el cielo azul de una tarde tórrida de agosto, como queriendo abrazarse a la veleta inexistente en sus torreones. El tiempo se ha detenido en san Francisco donde el reloj secular se partió en dos mitades con la furia desatada de la tierra. Me doy una vuelta por un dédalo de arterias centenarias y cuando quiero cruzar Poeta Carlos Mellado, para llegar hasta el Teatro Guerra, me encuentro esta calle cortada y con grandes gruas reforzando fachadas. Estas herida vieja dama. Estas herida y con tus hermosas carnes abiertas mostrando el dolor, la desolacion y la ruina.

En Juan Carlos I, flamante arteria de la expansión urbanística, la silueta del instituto Ramon Arcas se levanta majestuosa pero su interior amenaza ruina y el aviso de derribo sobrevuela sobre este centro docente donde varias generaciones aprendieron a valerse en el dificil mundo del conocimiento y el saber. Me he quedado mirando tu fachada y he pensado en tantos y tantos lorquinos que pasaron por tus aulas vacías que pronto seran pasto de la piqueta demoledora. Si presto atención, en la quietud de las horas, cuando me acerco a la verja que rodea tu patio escucho las voces de todos ellos reclamando un puesto en la historia de esta noble ciudad.

Y he ido a la Viña. La vieja carretera de Granada. Modernos edificios y antiguas casas, en perfecta armonia, convivian en esta barriada castiza y popular. Cuantos sueños derribados. Cuantos sacrificios destrozados. Cuantas familias se dejaron la vida en la Vendimia francesa para comprarse una “casica”, su sueño dorado, en este barrio que fue bautizado asi por la procedencia de sus moradores “los viñaores que venian de Francia”  Hoy, la Viña, es una ciudad muerta. Solares, derribos, puntales, silencio, desolacion y muerte. Y en su Parque no habia niños. Los columpios quietos y los balancines parados… solo el canto de las chicharras en el calor de agosto. Nadie por las calles. Nadie en las casas .Una ciudad fantasma en medio de la nada. El barrio mas castigado. La zona mas dañada. Donde la tierra se mostró, quizá, con toda su virulencia. Todavía hoy, en algunos balcones de casas desabitadas, he llegado a ver juguetes infantiles que quedaron abandonados aquella fatídica tarde cuando, sus moradores, tuvieron que salir corriendo ante el estruendo de la furia desatada. Incluso en algunas de sus calles quedaron los recuerdos de las vidas segadas por cornisas y balcones.

Me he parado en el Restaurante Bar “La Viña” lugar popular y conocido por toda la ciudad, y sus persianas cerradas y sus puertas reventadas me han recordado que bajo sus cornisas quedo para siempre la vida de un niño, un adolescente, al que acompañaban padres y abuelo cuando las piedras asesinas se precipitaron sobre él para segar una vida en sazón de primavera.

Y las calles enteras, donde otrora había vida y edificios, vacías y convertidas en eriales pues las máquinas derribaron todo rastro de edificaciones. Soledad y silencio en la tarde de verano. Silencio y soledad. Vacío en el alma como cuchillas que se clavan en los corazones lorquinos que asisten impotentes al caos de la ciudad. ¿Qué te han hecho vieja dama? ¿Qué te han hecho joyero de Murcia?

A TI, LORCA, Y A TU HECHIZO.
TU CALLE Y TU FACHADA.
 A TU NOMBRE Y ENCANTO. A TU POSTAL DEL TIEMPO DORMIDA EN LOS ARRULLOS DE LOS ARBOLES FRUTALES QUE TE RODEAN.
A LAS AGUAS QUE FERTILIZAN TUS CAMPOS.
 A TU CERA Y A TU LUZ, A TU FLOR Y TUS JARDINES.
 A TI, EGREGIA DAMA DE PASION AZUL Y BLANCA.
 DULCE MIRADA DE ATARDECERES.
 DAMA DORMIDA EN LOS ARRULLOS DEL CERCANO VIENTO QUE TE ACARICIA DESDE LA SIERRA DE TERCIA.
A TI, AZUCENA DE MURCIA, CLAVEL MORUNO ENTRE LAS ARRUGAS DEL GUADALENTIN.
DAMA SEÑORIAL EN CALLEJAS DE SABOR JUDIO Y CRISTIANO.
 LA DE LOS REZOS COVENTUALES Y LOS CANTICOS SINAGOGALES.
 A TI, MONUMENTO DE PLATA OSCURA BAÑADA POR LOS SOLES DEL ESTIO EN UNA TARDE DE AGOSTO.
 A TI Y SIEMPRE A TI LUZ DE PASION CON LAGRIMAS DE CERA EN LAS NOCHES APACIBLES DE UNA SEMANA SANTA UNICA EN EL MUNDO.
LORCA, LA MÁS HERMOSA DE LAS ESCOGIDAS PORQUE EN TUS CALLES, LOS VIEJOS BLASONES NOS RECUERDAN TU GLORIOSO PASADO.
LEVANTATE DE TUS RUINAS. SACA ORGULLO Y RAZA.  QUITATE LOS MIEDOS Y MIRA AL FUTURO  CON ILUSIONES RENOVADAS.
DESDE LAS PAGINAS DE LA HISTORIA, FAJARDOS Y CHACONES, TE INYECTAN SUS GENES GUERREROS PARA QUE VUELVAS A CONSEGUIR LAS GLORIAS QUE TE HICIERON UNICA.
A TI, DIVINA JOYA QUE ATESORA MURCIA.
A TI Y POR TI, TIERRA AMADA Y QUERIDA.

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